
No dejes que te pesquen. ¡Cuidado con el smishing!
Ante todo, es necesario tener especial prudencia con aquellas ofertas que nos parezcan demasiado buenas. Es importante tener la seguridad de que la página en la que vamos a realizar la compra es fiable y conocida. Para ello, lo primero que se puede verificar es la referencia https en la barra de navegación, también podemos revisar las valoraciones de otros consumidores, su información de contacto, etc. Además, no deberíamos llegar a esa página a través de enlaces que nos hayan llegado en emails o en promociones, porque podrían derivarnos a páginas muy similares a las oficiales, pero fraudulentas. Por ello, siempre debemos teclear en nuestro navegador la dirección de la página a la que queremos acceder.
Una vez verificado que el sitio donde vas a realizar la compra es seguro y fiable, el primer paso a realizar es desconectarse de cualquier wifi pública para proceder a realizar la compra. Es mejor quedarse sin datos en el móvil a que te roben los datos del banco. Además, te recomendamos que utilices una tarjeta virtual y con la seguridad de la doble autentificación. Y por último, aunque sea aplicable a cualquier momento, recuerda, nunca compartas tus claves del banco con nadie más.
Una vez realizada la compra, es importante revisar periódicamente la cuenta y chequear que no haya cargos no autorizados. Por último, cuidado con los emails o SMS de empresas de transporte que urgen confirmar la dirección de entrega, comprueba que no sea un intento de phishing, y en caso de duda, confirma con directamente con tu tienda.
Si a pesar de tomar todas las precauciones, te encuentras en una situación de fraude o estafa en línea, es fundamental actuar rápidamente. La recomendación es acudir de inmediato a la Ertzaintza para presentar la correspondiente denuncia.
También, es importante notificar a tu banco para bloquear cualquier transacción no autorizada y reforzar la seguridad de tus dispositivos cambiando contraseñas y revisando posibles vulnerabilidades.